sábado, 2 de diciembre de 2017

en tránsito




“(...) demasiadas noches de transición acumuladas”
                                              Javier Marías, Berta Isla

Ando hace días pensando, sintiendo el peso de las horas y la vida como un tránsito entre un acontecimiento y otro,  un camino que recorremos ensimismados entre la última vivencia extraordinaria y la próxima  que esperamos llegue un día,  una espera plagada de rutina y vacío, un amontonamiento de tiempo que recorremos como en piloto automático, vida interina poblada de nadas o de fantasmas que transitan por nuestro pensamiento - realidad paralela de sueños y deseos -  mientras gestionamos el día a día con la sensación de que nada sucede y el tiempo pasa. 
Mientras espero que vuelva la isla, vivo esa vida como de paso hacia algo. Y con los años el tiempo se estrecha. Y vuelve la urgencia, el ansia de paladear la vida que queda desde la certeza de saber lo que vale lo bueno, de saber lo que quiero. Y sin embargo, cómo pesa la tela de araña pegajosa de un día detrás de otro, los gestos repetidos, dejarse llevar por la cinta mecánica mientras se espera. Y el deseo que azuza y la urgencia que es tanta.
Parece que es eso la vida, horas y horas en tránsito, algunos y fugaces momentos de luz. Y la esperanza de que vuelvan. No dejar de esperar islas.

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